Sueños de Piedra, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros.

Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad.

En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta… Y del recuerdo del hombre al que ha matado.

ÉRASE UNA VEZ…

Tenía que terminar este libro para el día de hoy, puesto que hoy es la presentación de #SueñosDePiedra en Valencia, así que…¡Menos mal que lo he terminado!

Desde el momento que empecé a leer este libro no pude dejarlo ni por un segundo. Me atrapó de tal manera que cada vez que me decía que ya había acabado por hoy, volvía a retomar la lectura y leía sin poder parar.

Sueños de Piedra nos presenta a tres personajes que debido a sus circunstancias se ven empujados a viajar juntos. Arthmael es el príncipe de Silfos, mujeriego y egocéntrico que por la llegada de un hijo bastardo de su padre, pierde el trono, desesperado por demostrarle a su padre que puede ser un buen rey, decide partir en un viaje y convertirse un héroe que salve a las doncellas en apuros de los dragones. Lynne una joven prostituta, está dispuesta a renunciar a su vida en Silfos con tal de realizar su sueño, ser una mercader, además el hecho de haber matado a una persona la empuja a irse rápidamente. Hazan por el contrario, es un joven hechicero que busca una cura para ayudar a su hermana, se trata de una enfermedad desconocida, pero el joven sabe que si busca a un Maestro, este podrá ayudarlo, por lo que emprende un viaje. Debido a estos hechos los tres protagonistas se cruzan y, sus “misiones”, por así decirlo, se unirán.

Lynne ha sido el personaje atormentado. Atormentado por su pasado. Claramente no ha sido la típica doncella en apuros que necesita a un príncipe de brillante armadura que la rescatara, pero si vemos que ha necesitado de este viaje, de la compañía, para aprender a vivir su pasado, para aprender a vivir sin que las palabras hirientes de otros le afecten. Lynne a demostrado ser una chica que no solo busca su libertad, ser libre, ser dueña de su propio cuerpo. Pues anteriormente había sido una prostituta al servicio del prostíbulo de Kenan, un noble. Ella también busca la igualdad de la mujer, ella también quiere demostrar que puede ser igual de buena en los negocios como los hombres. Como lo había sido su padre.

Arthamael es el príncipe egocéntrico y mujeriego de Silfos. Ha sido un personaje realmente ¿curioso?, no, esa no es la palabra para definirlo, siendo sincera, no podría definirlo con tan solo una palabra. Con este personaje han habido ocasiones en las que quería estrangularlo y otras abrazarlo. Creo que todos los que hemos leído el libro concordamos con lo mismo o algo parecido. Claramente creo que ha sido el personaje que más a madurado a lo largo de la historia, y su evolución ha sido algo que me ha encantado.

Hazan es un joven aprendiz de hechicero de 14 años, es tan torpe que sus hechizos han ayudado durante el viaje de los tres sin quererlo. Pero también está lleno de una inocencia muy cuqui, aunque podríamos decir que hay veces que es como el adulto de los tres.

“–P-pero el amor no es eso –balbucea Hazan, enrojeciendo un poco más. Parece hacerse un poco más pequeño en su asiento–. No es que yo sepa mucho acerca de ello, claro, pero se supone que… el romance es… ¿equilibrio? Es querer a alguien como esa persona te quiere a ti…, ni menos ni más…”

En general la actitud de los tres personajes me ha parecido única. Las pullas que se lanzan Lynne y Arthmael son lo que le dan ese toque divertido a la historia. Claramente nos encontramos con personajes que rompen completamente con los tópicos a los que estamos tan acostumbrados, por lo que ese toque hace que la novela sea única.

“–Eh, mira, príncipe de piedra. –Alzo una mano, enseñándole el botín–. Hemos encontrado a tu familia lejana.”

Desde el principio nos unimos a los personajes, compartiendo sus risas, sus inseguridades y sus miedos.

La historia está contada por Lynne y por Arthmael, cada uno contando un capítulo desde su punto de vista y así alternándose por capítulo. No sé si me explico bien, pero bueno.

Claramente las descripciones que nos presentan las autoras han sido bien pensadas y elaboradas, han sido descripciones no demasiado excesivas. No nos describen con lujo de detalle los alrededores, no, sino que nos describen los avances de los protagonistas, nos cuenta cómo van evolucionando poco a poco, cómo van cambiando de opinión sobre su vida o las reflexiones que realizan. Y eso es algo que me ha gustado mucho.

Ha sido una lectura que he disfrutado mucho, pero que también me ha traído demasiados feels, tantos que me ha costado un siglo poder escribir la reseña.

Claramente creo que podría hacer una reseña solo de los personajes que han creado las autoras, pero definitivamente no lo haría porque... bueno sería demasiado largo e imposible de descifrar, nada tendría sentido alguno.

La ambientación es un gran punto a favor. Marabilia es un continente enorme, lleno de pueblos, cada uno conocido por unas peculiares características. Por lo que con los personajes viajamos mucho por el gran extenso territorio de Marabilia, y a lo largo de toda la historia nuestros protagonistas se encuentran con todo tipo de criaturas y personas.

“–[..] ¿No es emocionante? Estar todo el tiempo en movimiento, despertart en un lugar, pero no saber dónde te encontrarás cuando acabe el día…El peligro, incluso…”

Es el primer libro que leo de las autoras pero sin duda tengo que decir que necesito más.
Tengo que decir que el final me ha encantado, y ha sido… no tengo palabras.

En conclusión, Sueños de Piedra, sin duda ha sido una lectura que he disfrutado muchísimo, no tengo palabras para describir lo que me ha hecho sentir. Los personajes me han parecido únicos a su manera. Y sin duda las enseñanzas que nos aportan hacen que el argumento y el desarrollo de la historia sean únicos.

Y a vosotros ¿qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? Contadme ^^